sábado, 8 de noviembre de 2014

Compasivos.

Hoy, por gracia de Dios, hemos comenzado un nuevo día, y en él tenemos que pensar un poco más en nuestros hermanos más desafortunados, pues a veces, aturdidos por los medios de comunicación y el trajinar de la vida, nos olvidamos de quienes están sufriendo o pasando situaciones difíciles. Pensemos en ellos y elevemos algunas oraciones por su pronta mejoría, porque nuestro fin en este mundo no es ni acumular riquezas, ni trabajar todo el tiempo, sino que Dios nos ha creado y nos ha puesto en este mundo para que amemos, para que Le amemos a Él sobre todas las cosas, y amemos a los hermanos como a nosotros mismos. Si no hacemos esto, todo lo demás es en vano, y no llevaremos a cabo la obra en nosotros que Dios ha proyectado desde siempre.
El tiempo actual se acelera, pero no debemos dejarnos llevar por su vorágine, sino más bien hacer una especie de alto en el camino y ponernos a pensar y meditar un poco, guardar unos momentos de silencio –porque Dios habla en el silencio-, y tomar conciencia de lo que es realmente importante, de lo esencial de la vida.

No hay comentarios:

VISITAS