Hijo: Aquí está mi Corazón amante
siempre para tu amor abierto.
Con él llegarás a buen puerto
y en las tormentas surgirás triunfante.
No te pares jamás, sigue adelante
para tu bien y salvación despierto,
Para los vicios y placeres muero,
Mi Corazón te seguirá constante.
No temas borrascas en los mares,
ni en la tierra, ni en la sociedad,
ni en los hogares,
ni allí donde esté tu enemigo.
Si aguantas por amor los sufrimientos
y guardas por mi amor los Mandamientos,
siempre estará mi Corazón contigo.
(Aprendido de un santo hombre: Florentino Miaja, que me ha hecho saber que no es
Comandante sino Capitán retirado del Ejército Español, que a su vez lo aprendió de un santo sacerdote.).
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