domingo, 29 de junio de 2014

Recemos por ellos, que la Santísima Virgen los cubra bajo su manto.

Los 7 peores países del mundo para ser cristiano, según el informe de Open Doors

28 de jun de 2014
La organización Open Doors, que se define como «servidora de cristianos perseguidos por todo el mundo»
Los 7 peores países del mundo para ser cristiano, según el informe de Open Doors
La revolución del Isis en Iraq y la guerra civil en Siria, con talibanes y yihadistas tratando de imponer la «sharía» en las zonas que quedan bajo su control, ha complicado todavía más la supervivencia de los cristianos en esa parte del mundo. Pero no son los únicos. En Sudán, Mariam Ishaq fue condenada a muerte por mantener su fe y no convertirse al Islam. Son ejemplos de un fenómeno que se extiende por el mundo dejando tras de sí nuevos mártires.

La organización Open Doors, que se define como «servidora de cristianos perseguidos por todo el mundo», ha elaborado una lista con los 50 países del mundo donde los cristianos están más perseguidos, y de ellos, 7 se llevan la palma.
1. Corea del Norte
Corea del Norte encabeza por decimosegundo año consecutivo este ignominioso inventario. Es el país donde la persecución es más extrema. Kim Jong-Un no permite la libertad de religión y mucho menos el cristianismo. Allí los fieles sufren una insoportable presión por la que están obligados a vivir su fe de manera oculta, incluso ante sus seres más cercanos, por miedo a acabar en los campos de trabajo forzado.

Según «Open Doors», cualquier cristiano que sea descubierto practicando su fe puede ser arrestado, torturado e incluso ejecutado en público.
Además, a tenor de los datos recopilados por esta asociación, entre 50.000 y 70.000 cristianos han pasado por los campos de «reeducación»..
2. Somalia
El extremismo islámico es el culpable de la persecución de cristianos en Somalia. En un país con más de diez millones de habitantes, apenas unos cuantos de cientos de ellos son católicos. Los observadores de esta asociación han reportado cómo estos pequeños grupos que todavía sobreviven en el país se han convertido en el objetivo de los líderes islámicos del país, que han declarado que Somalia no es un sitio para aquellos que no sean musulmanes.

3. Siria
Más de un millón de cristianos viven en Siria, un país que ha visto cómo cada año que se prolongaba la guerra civil entre partidarios y opositores de Al Assad la convivencia entre distintas religiones se hacía más difícil.

El año pasado ni siquiera estaba en el top diez de este ranking –puesto número once– y sin embargo el recrudecimiento de las batallas y la mayor presencia en la oposición de los radicales de Al Qaida han puesto en riesgo la vida de los cristianos.
4. Iraq
La revolución del Isis en Iraq –que se ha hecho con el control de varias localidades del norte del país– ha complicado aún más la vida de los cristianos en el convulso país.

Los datos recogidos sobre el terreno por esta asociación aseguran que dos de cada tres días un cristiano es asesinado, secuestrado o castigado por mantener su religión.
Además, los graves enfrentamientos del último mes han complicado las cosas allí donde estaban mejor: en la zona kurda. Esta región semiautónoma, donde los cristianos tenían menos dificultades, ha visto cómo sus habitantes están sufriendo las consecuencias de los avances islamistas.
5. Afganistán
En Afganistán no solo existe el riesgo del islamismo radical; también están los enfrentamientos tribales, que dejan a los cristianos en medio de luchas en los que acaban siendo las víctimas.

Los miles de cristianos que viven en este país tienen el problema de que son vistos como miembros de una religión occidental. Algo que, en un país donde el radicalismo gana peso cada día, hace que su perspectiva de futuro sea cada vez más negro.
6. Arabia Saudí
Pese a que la situación económica y la estabilidad de Arabia Saudí no se puede comparar con los países árabes vistos antes, lo cierto es que la situación aquí no es mucho mejor. De hecho, el año anterior Arabia Saudí era el segundo país más complicado para los cristianos, solo por detrás de Corea del Norte.

En Arabia Saudí está prohibida la práctica de cualquier otra religión que no sea el Islam y cualquiera que la abandone puede ser condenado a muerte. Un ejemplo: en 2013 dos cristianos fueron detenidos y condenados a un centenar de latigazos por proselitismo. Hoy permanecen en prisión.
7. Las Maldivas
Bajo la apariencia paradisiaca de sus playas, el presidente Abdulla Yameen mantiene un régimen que persigue y castiga a los pocos cristianos que siguen viviendo en la isla.

En las Islas Maldivas ser ciudadano del país es equivalente a ser musulmán. Por eso «oficialmente» no existen cristianos. El gobierno se ha erigido como protector del Islam, promulgando leyes que impiden la conversión a otras religiones y la construcción de iglesias.
fuente: ABC

sábado, 28 de junio de 2014

La arraigada devoción al Sagrado Corazón en... ¡China!

28 de jun de 2014
La primera iglesia construida en honor al Sagrado Corazón de Jesús se construyó en 1863, y fue destruida durante la revolución cultural.

La fe es un puente capaz de unir a los seres humanos de los países más distantes y las más variadas culturas. Es por esto que la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, entronizada en los hogares de los fieles en los países de Europa y América, puede hallarse también entre los fieles de China.

A pesar de la fuerte persecución de mediados del siglo XX y las actuales restricciones a la libertad religiosa, el Corazón de Cristo tiene su hogar y reina en los corazones en el gigante asiático.
La agencia informativa AsiaNews divulgó el pasado 23 de junio un artículo escrito por el padre Wilhelm K. Müller, Svd, sobre la arraigada devoción al Sagrado Corazón, desde la primera iglesia dedicada en su honor en 1863 a las prácticas de fe de nuestros días.
«Las expresiones externas de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús son muchas», comentó el sacerdote. «En las familias y en los santuarios hay siempre un icono del Sagrado Corazón, encadenado por la corona de espinas, rodeado de llamas de amor, salpicado con gotas de sangre y la cruz plantada en el centro».
Esto es notorio, por ejemplo en imágenes de las improvisadas capillas de la comunidad católica subterránea que vive su fe de manera clandestina por la independencia de sus sacerdotes y obispos frente a las autoridades.
El padre Müller afirma que estas imágenes recuerdan a los católicos el amor sufriente de Jesucristo que se sacrificó para salvar a los hombres.
«Centro de la fe cristiana»

En esta devoción «sigue habiendo una fuerte proclamación de la fundación y el centro de la fe cristiana, un llamado urgente al apostolado de todos los cristianos, para dar una respuesta de fe y amor por nuestra parte».

Una fe que en China ha participado con particularidad del sufrimiento redentor de Cristo: La primera iglesia en honor al Sagrado Corazón, edificada en Zhangzhuangcun en 1863 fue destruida en 1976, al final de la revolución cultural en la cual fue prohibido el apostolado de la Iglesia.
El templo no pudo ser reconstruido hasta 1999. En esta diócesis, hay en el día de hoy 52 iglesias y capillas consagradas al Sagrado Corazón de Jesús, lo cual da testimonio de que la destrucción del templo no acabó con la devoción.
Según el sacerdote, la amplitud de esta devoción es herencia de la comunidad de padres jesuitas, pero en ella participan activamente todas las comunidades religiosas.
«Los misioneros de las órdenes clásicas, los franciscanos, los dominicos y las congregaciones más recientes se nutren de la rica espiritualidad del Sagrado Corazón, una espiritualidad que ha crecido sustancialmente desde la teología del Evangelio de Juan, de la teología patrística y el misticismo medieval», afirmó.
Además, varias comunidades misioneras, entre las que se cuenta la Sociedad del Verbo Divino a la cual pertenece el Padre Müller, se inspiran directamente en esta devoción para animar su vocación evangelizadora.
El Sagrado Corazón en la vida comunitaria

«Entre las comunidades católicas en China las prácticas de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús están muy extendidas», describió el sacerdote. Los fieles se congregan para orar en las mañanas convocados por el sonido de las campanas, especialmente en zonas rurales.

«Es una oración larga, abundante, generosa, con muchas intenciones e invocaciones. Por lo menos en el mes de junio dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, se hacen las Letanías del Sagrado Corazón, seguido por un par de páginas con diferentes oraciones dirigidas al Sagrado Corazón», agregó.
«Después de estas oraciones, que duran más o menos una hora, si hay un sacerdote se celebra la santa misa. A menudo, los fieles siguen con la meditación de la Via Crucis».
Esta vida de piedad comunitaria, destacable en comparación con la práctica en otros países, era aún más notoria anteriormente, pero continúa conservando muchas de sus expresiones.
Más de una hora rezando de memoria

«En el pasado, el domingo estaba totalmente dedicado a la oración en común y se pasaba más tiempo en la iglesia que en casa», recordó el padre Müller. «La oración de la tarde, de nuevo en común, retoma el tema del Sagrado Corazón y de nuevo recitan oraciones y letanías».

Estas oraciones recitadas resultan a veces complejas por haber sido escritas en formas verbales ya en desuso y que a veces resultan prácticamente incomprensibles para los más jóvenes o los menos letrados.
«En el pasado, incluso cuando éramos niños, memorizamos todas las oraciones. ¡Me gustaría ver si alguno de nosotros sería capaz de recitar oraciones apenas comprensibles y por más de una hora!», expresó el sacerdote.
«La falta de comprensión literal de los textos, no disminuye la fe y el fervor de los fieles», aclaró el misionero, quien describió esta forma piadosa como una «oración y abundancia de canto ferviente del corazón, sin estar limitado por las formas de idioma».
Una devoción con lenguaje propio

El padre Müller destacó además que los fieles chinos aceptaron la iconografía del Sagrado Corazón a pesar de que culturalmente los cuerpos deben siempre mantenerse intactos y se comprende menos la veneración de una parte específica del cuerpo como se acostumbra realizar en Occidente con las reliquias de los santos.

«Con toda probabilidad, no hay en el arte chino una representación del corazón físico», explicó el sacerdote, «pero hay que destacar que el concepto de corazón ocupa un lugar muy importante y central en el pensamiento y el sentimiento».
«Hablar del Corazón de Jesús es hablar sobre el lugar más profundo, más íntimo, más real de Dios, origen, condición de vida, finalidad de la existencia», expresó el misionero, quien sugirió que una forma auténticamente china de expresar esa idea podría hallarse no sólo en la pintura o la escultura, sino en la caligrafía: «Con motivo de la canonización de 120 mártires chinos en 2000, se presentó al Santo Padre una caligrafía impresionante: (...) en China han compuesto una caligrafía del ideograma amor con 120 símbolos, un poco diferentes unos de otros, y en medio un ideograma para amor del tamaño aproximado de cuatro símbolos».
El pictograma amor tiene en su raíz o llave el símbolo del corazón. Los 120 símbolos están cada uno por un mártir, el gran símbolo en el centro representa a Jesús. Entonces son 120 símbolos de un amor cordial para un corazón todo inflamado de amor».
Un trabajo de esta naturaleza podría llegar a explicar la gran riqueza de la fe católica y «la colaboración alegre de todos los creyentes en el proyecto salvífico del Sagrado Corazón de Jesús».
Gaudium Press
fuente: Alfa & Omega

La lucha entre el bien y el mal
¡Corazón Inmaculado! Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones
Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net



Tocamos continuamente la lucha entre el bien y el mal. En la familia y en el trabajo. En la ciudad y en el Estado. Entre amigos y con desconocidos.

Esa lucha penetra también en lo más profundo de mi corazón. A veces opto por el bien: soy generoso, perdono, fomento la paciencia, me comprometo a ayudar a familiares, amigos y conocidos. Otras veces elijo el mal: busco sólo mis intereses, me dejo atrapar por la avaricia, envidio a quien parece tener éxito, daño con mi lengua a cercanos o lejanos.

Se trata de una lucha que recorre toda la historia humana, y que llegó a niveles inauditos durante la vida de Cristo: el Maligno en persona tentó al Maestro, y desencadenó odios que llevaron al drama del Calvario.

Pero la última palabra de la historia humana queda en manos de Dios, que es bueno, omnipotente, misericordioso. La esperanza, desde entonces, es la palabra clave para la vida del cristiano.

En medio de la lucha, ante las tentaciones de cada día, necesitamos mirar hacia un crucifijo para aprender el camino que lleva a la victoria: humildad, total obediencia al Padre, perdón, entrega hasta el heroísmo.

Tenemos, además, la presencia de una Madre. Ella está cerca de los hijos. Ella nos indica el camino que lleva a Cristo. Ella nos da un ejemplo maravilloso de escucha y acogida de todo aquello que Dios pueda pedirnos.

A la Virgen María san Juan Pablo II dirigió una emotiva oración ante los males del mundo, que necesitamos recordar en medio de la lucha que vivimos en nuestros días:

¡Corazón Inmaculado! Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones de los hombres de hoy y que con sus efectos inconmensurables pesa ya sobre la vida presente y da la impresión de cerrar el camino hacia el futuro.

¡Del hambre y de la guerra, líbranos!

¡De la guerra nuclear, de una autodestrucción incalculable y de todo tipo de guerra, líbranos!

¡De los pecados contra la vida del hombre desde su primer instante, líbranos!

¡Del odio y del envilecimiento de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos!

¡De toda clase de injusticias en la vida social, nacional e internacional, líbranos!

¡De la facilidad de pisotear los mandamientos de Dios, líbranos!

¡De la tentativa de ofuscar en los corazones humanos la verdad misma de Dios, líbranos!

¡Del extravío de la conciencia del bien y del mal, líbranos!

¡De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos!, ¡líbranos!
 (Juan Pablo II, 25 de marzo de 1984).

Estamos en una lucha a muerte. Cada derrota implica un avance del pecado en nuestra historia. Cada victoria abre el mundo a Dios y aumenta el amor hacia el hermano.

En este momento decido. Necesito ayuda, desde una súplica humilde a Cristo y a su Madre para que la gracia triunfe en más y más corazones, también en el mío...

martes, 24 de junio de 2014

Sudán, el Tribunal ordena la liberación de Meriam

23 de jun de 2014
Cambio radical en la historia de la mujer cristiana condenada por apostasía
El tribunal sudanés ha ordenado la liberación de la mujer condenada por apostasía, encarcelada por no abjurar de su fe cristiana, según informa Antonella Napoli, de la asociación 'Italia for Darfur', transmitiendo un mensaje de Khalid Omer Yousif, presidente de la ONG 'Sudan Chance Now'.

“Meriam ha sido liberada”, escribe en inglés en Twitter Antonella Napoli. La mujer sudanesa estaba en la cárcel desde el pasado mes de febrero acusada de apostosía y había sido condenada a muerte. En la clínica de la prisión dió a luz a su hija Maya el 27 de mayo.
Últimamente se habían oído muchos rumores sobre una posible liberación de la mujer: hace algunos días la Comisión Nacional por los Derechos Humanos de Sudán definió la condena a muerte de Meriam, una sentencia contraria a la Constitución, que prevé la libertad de culto. Previamente, Meriam había sido liberada de las cadenas por orden médica.
“Meriam está libre, la han liberado y ahora está volviendo a casa”. Lo ha confirmado a la BBC Elshareef Ali, abogado de Meriam Yahia Ibrahim Ishag. Hoy la sentencia ha sido anulada por el Tribunal de Apelación. “Estamos muy felices y ahora vamos con ella”, ha añadido el abogado.
fuente: Vatican Insider

El Sagrado Corazón de Jesús y nuestro corazón
Durante este mes de junio nos llama nuevemente a nosotros: ¡Mirad cómo os he amado! ¡Sólo os pido una cosa: que correspondáis a mi amor! 
Autor: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Catholic.net

Todo este mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Por eso vamos a meditar, sobre el significado y la actualidad de la devoción al Corazón de Jesús.

Este culto se basa en el pedido del mismo Jesucristo en sus apariciones a Santa Margarita María de Alacoque. Él se mostró a ella y señalando, con el dedo, el corazón, dijo: "Mira este corazón que tanto ha amado a los hombres y a cambio no recibe de ellos más que ultrajes y desprecio. Tú, al menos ámame". Esta revelación sucedió en la segunda mitad del siglo diecisiete.

Hoy en día, tenemos que preguntarnos: ¿es popular entre los jóvenes esta devoción? ¿La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es de interés palpitante para nuestro tiempo actual?

Cuando hablamos del Corazón de Jesús, importa menos el órgano que su significado. Y sabemos que el corazón es símbolo del amor, del afecto, del cariño. Y el corazón de Jesús significa amor en su máximo grado; significa amor hecho obras; significa impulso generoso a la donación de sí mismo hasta la muerte.

Cuando Cristo mostró su propio corazón, no hizo más que llamar nuestra atención distraída sobre lo que el cristianismo tiene de más profundo y original; el amor de Dios. También durante este mes nos llama nuevemente a nosotros: ¡Mirad cómo os he amado! ¡Sólo os pido una cosa: que correspondáis a mi amor!

Nuestra respuesta del amor, en general, no es muy adecuada a su llamada. Porque sufrimos una grave y crónica afección cardíaca, que parece propia de nuestro tiempo: está disminuyendo e incluso muriendo el amor; el corazón se enfría y ya no es capaz de amar ni de sentirse amado.
Es una característica de los últimos tiempos - como nos indica la Santa Escritura - de que se "enfriará la caridad de muchos" (Mt 24,12).

¿Quién de nosotros no sufre bajo esta enfermedad del tiempo actual? ¿Quién de nosotros no sufre bajo esta falta de amor desinteresado hacia Dios y hacia los demás? ¿Quién de nosotros no se siente cautivo de su propio egoísmo, el cual es el enemigo mortal de cada amor auténtico? ¿Y quién de nosotros no experimenta, día a día, que no es amado verdaderamente por los que lo rodean?

Cuántas veces nuestro amor es fragmentario, defectuoso, impersonal, porque no encierra la personalidad total del otro. Amamos algo en el otro, tal vez un rasgo característico, tal vez un atributo exterior (- su lindo rostro, su peinado, sus movimientos graciosos -) pero no amamos la persona como tal, con todas sus propiedades, con todas sus riquezas y también con todas sus fragilidades.

Tampoco amamos a Dios tal como Él lo espera: "con todo nuestro corazón. Con toda nuestra alma. Con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas" (Mc 12,30).

He aquí, pues, el sentido y la actualidad de nuestra devoción al Sagrado Corazón de Jesús. A este tan enfermo corazón moderno contraponemos el corazón de Jesús, movido de un amor palpable y desbordante. Y le pedimos que una nuestro corazón con el suyo, que lo asemeje al suyo. Le pedimos un intercambio, un transplante de nuestro pobre corazón, reemplazándolo por el suyo, lleno de riqueza.

¡Que tome de nosotros ese egoísmo tan penetrante, que reseca nuestro corazón y deja inútil e infecunda nuestra vida! ¡Que encienda en nuestro corazón el fuego del amor, que hace auténtica y grande nuestra existencia humana!

Debiéramos juntarnos también con la Santísima Virgen María. Ella tiene tan grande el corazón que puede ser Madre de toda la humanidad. ¡Que, con cariñoso corazón maternal, ella nos conduzca en nuestros esfuerzos hacia un amor de verdad, sin egoísmo y sin límites!

¡Qué así sea!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu

domingo, 22 de junio de 2014

«Hay muchas ofertas de alimentos que no provienen del Señor»

20 de jun de 2014
Homilía del Papa en la misa del Corpus
«El Señor, tu Dios… te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían.» (Dt 8,2-3).
Estas palabras del Deuteronomio hicieron referencia a la historia de Israel, que Dios los hizo salir de Egipto, de la condición de esclavos, y por cuarenta años ha guiado en el desierto hacia la tierra prometida. Una vez establecido en la tierra, el pueblo elegido logra una cierta autonomía, un cierto bienestar, y corre el riesgo de olvidarse los tristes acontecimientos del pasado, superados gracias a la intervención de Dios y a su infinita bondad. Las Escrituras exhortan a recordar, a hacer memoria de todo el camino hecho en el desierto, en el tiempo de la necesidad, de la angustia.

La invitación es aquella de retornar a lo esencial, a la experiencia de la total dependencia de Dios, cuando la supervivencia fue confiada a su mano, para que el hombre comprendiera que “no vive sólo de pan, sino… de todo lo que sale de la boca de Dios” (Dt 8,3).
Además del hambre física, el hombre lleva en sí otra hambre, un hambre que no puede ser saciada con el alimento ordinario. Es el hambre de vida, hambre de amor, hambre de eternidad. Y el signo del maná –como toda la experiencia del éxodo– contenía en sí también esta dimensión: era figura de un alimento que satisface esta hambre profunda que hay en el hombre. Jesús nos da este alimento, es más, es Él mismo el pan vivo que da la vida al mundo (Cfr. Jn 6,51). Su Cuerpo es el verdadero alimento bajo la especie del pan; su Sangre es la verdadera bebida bajo la especie del vino. No es un simple alimento con el cual saciamos nuestros cuerpos, como el maná. El Cuerpo de Cristo es el Pan de los últimos tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna, porque la sustancia de este pan es Amor.
En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un amor así grande que nos nutre con Sí mismo; un amor gratuito, siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar sus propias fuerzas. Vivir la experiencia de la fe significa dejarse nutrir por el Señor y construir la propia existencia no sus bienes materiales, sino sobre la realidad que no perece: los dones de Dios, su Palabra y su Cuerpo.
Si miramos en torno, nos damos cuenta que hay tantos ofrecimientos de alimentos que no vienen del Señor y que aparentemente satisfacen más. Algunos se nutren con el dinero, otros con el éxito y la vanidad, otros con el poder y el orgullo. ¡Pero el alimento que nos nutre realmente y que sacia es solamente el que nos da el Señor! El alimento que nos ofrece el Señor es diferente de los otros, y quizás no parece así tan gustoso como ciertas comidas que nos ofrece el mundo. Y así, soñamos otras comidas, como los hebreos en el desierto, que añoraban la carne y las cebollas que comían en Egipto, pero olvidaban que aquellas comidas las comían en la mesa de la esclavitud. Ellos, en esos momentos de tentación, tenían memoria, pero una memoria enferma, una memoria selectiva, una memoria esclava, no libre.
Cada uno de nosotros, hoy puede preguntarse, ¿Y yo? ¿Dónde quiero comer? ¿En torno a qué mesa me quiero nutrir? ¿En la mesa del Señor? ¿O sueño con comer alimentos gustosos, pero en la esclavitud? ¿Cuál es mi memoria? ¿Aquella del Señor que me salva?, ¿O aquella del ajo y de las cebollas de la esclavitud? ¿Con cuál memoria yo sacio mi alma?
El Padre nos dice: “Te he nutrido con maná que tú no conocías”. Recuperemos la memoria. Ésta es la tarea: ¡Recuperemos la memoria!, y aprendamos a reconocer el pan falso que nos ilusiona y corrompe, porque es fruto del egoísmo, de la autosuficiencia y del pecado. Dentro de poco, en la procesión, seguiremos a Jesús, realmente presente en la Eucaristía. La Hostia es nuestro maná, mediante el cual el Señor se nos dona a sí mismo. A Él nos dirigimos con fe: Jesús, defiéndenos de las tentaciones del alimento mundano que nos hace esclavos, purifica nuestra memoria, para que no quede prisionera en la selectividad egoísta y mundana, sino que sea memoria viva de tu presencia por toda la historia de tu pueblo, memoria que se hace “memorial” de tu gesto de amor redentor. Amén.
fuente: News Va

sábado, 21 de junio de 2014

El Escapulario

Lourdes, 16 de julio de 1858, fiesta de Nuestra Señora del Carmen. Por la noche, la llamada irresistible (que desde hace tres meses no se deja oír) empuja a la pequeña Bernadette Soubirous hacia la gruta de Massabielle. María no dirá nada aquel día; será su 18ª y última aparición. “Jamás la he visto tan bella”, declara santa Bernadette. Monseñor Théas, obispo de Tarbes y Lourdes, en una carta del 10 de julio de 1958, centenario de las apariciones, subrayará la elección del 16 de julio por María: “La elección de esta fecha para su última visita a la gruta, revela una intención de la Santísima Virgen.
¿No ha querido atraer nuestra atención sobre la solemnidad del 16 de julio y recordarnos que el nombre de Nuestra Señora del Carmen le es particularmente querido a su Corazón?
¿No ha querido también expresar su predilección por toda la Orden del Carmen, su espiritualidad, sus santos, sus doctores, y todos aquellos que le pertenecen por diversos títulos?”
En el momento de su quinta aparición en Fátima, el 17 de agosto de 1917, María anuncia que se aparecerá el 13 de octubre siguiente y que verán a Nuestra Señora del Carmen.
De hecho, el 13 de octubre, para su última aparición, la Virgen Santa se muestra a los niños con un Escapulario en la mano. En agosto de 1950 se pregunta a la Hna. Lucía (una de las videntes que había entrado en el Carmelo) por qué la Madre de Dios se ha aparecido con el Escapulario. Ella contesta: “Es porque Nuestra Señora desea que se lleve el Santo Escapulario”.

viernes, 20 de junio de 2014

El buen uso de las riquezas

El 4 de Junio de 1887 (apenas unos meses antes de la muerte del Santo), Don Bosco narró:

“He visto a Nuestra Señora la Virgen María en un Sueño y me ha reprochado mi silencio acerca del buen uso que se debe hacer de las riquezas. Entre otras cosas me dijo: que muchas almas se condenan por faltar contra el sexto y el noveno mandamiento, pero que hay también muchas que se pierden por haber hecho mal uso de las riquezas. Y se quejaba Ella de que los sacerdotes no se atrevan a hablar de este argumento desde la cátedra sagrada”. (MB 13,361).

Don Bosco había hablado mucho y muy fuertemente acerca de la gran responsabilidad de quien no le da un fin social a sus riquezas.

Claramente había dicho a los ricos en sus conferencias:

“Si ahora no dais voluntariamente parte de vuestras riquezas a los necesitados, un día las tendréis que dar obligados por el puñal que os pondrán enfrente. Dad, dad mucho, antes de que los pobres lleguen al límite de su capacidad de aguante y os vengan a exigir con violencia lo que deberíais haber repartido de buena gana”.

Y él deseaba escribir un libro acerca de la gran responsabilidad que tiene cada uno de hacer de sus riquezas algo que redunde en bien de todos. Pero muchos le decían que él era muy exagerado a este respecto, y que no convenía hablar de estos temas. Así que no se atrevió a escribir su deseado libro.

Después de este Sueño llamó al Padre Francesia y le pidió que escribiera una obra acerca de este tema tan importante. Poco después apareció un libro de dicho sacerdote, bajo el título de “Al Paraíso por medio de las riquezas”.

Don Bosco siempre creyó en la frase de Jesús:
“Dad limosna según vuestras posibilidades y todo será puro para vosotros” (Lucas 11, 41)
Todos apóstoles.

El mundo tiene que cambiar, y la civilización del amor, anunciada y profetizada tantas veces por el santo Papa Juan Pablo II, tiene que llegar. Pero no llegará si los católicos nos quedamos de brazos cruzados y con la boca cerrada, pues es necesario que hagamos apostolado y que recemos mucho.
Pero a no creernos que nos faltan cualidades o medios para el apostolado, porque si Dios se sirvió de doce pobres hombres, los Doce Apóstoles, para fundar y propagar su Iglesia; tranquilamente se puede servir de nosotros, que tal vez somos poca cosa, pero con la gracia y la ayuda de Dios podemos hacer grandes obras para gloria de Dios y salvación de las almas.
No tengamos miedo de lanzarnos a la conquista del mundo para Cristo, porque quien trabaja por Dios y por el Bien, es ayudado por la Providencia divina y el triunfo es seguro.
Aprovechemos estos medios de comunicación modernos que nos permiten llegar a miles de personas en contados minutos, y utilicémoslos para el apostolado. Se envían tantas tonterías por email, ¿por qué no enviar buenos mensajes, con enseñanzas cristianas, encendiendo la caridad en las almas, para que sean muchos los que se contagien y sean también apóstoles?
Es cierto que el mundo está mal y que la noche ha descendido sobre él, pero esto no es obstáculo para darnos por vencidos, sino todo lo contrario, pues justamente la luz brilla en las tinieblas; y si somos una luz en la oscuridad, iluminaremos a muchos, justamente por la gran tiniebla de alrededor.
Debemos ser una luz en donde el Señor nos colocó, ya que no es producto del azar que estemos exactamente en el lugar que estamos, sino que el nuestro es un puesto estratégico y elegido por Dios, y lo que no hacemos nosotros, nadie lo hará en lugar nuestro.
Pensemos un poco en ello.
El Cielo vale la pena.

jueves, 19 de junio de 2014


¡Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre!
Señor... ¡haznos dóciles siempre a tu amor pero especialmente en este hermosísimo día de Corpus Christi! 
Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net


Una vez más ante ti, Señor.

Hoy es un día grande para ti, para nosotros, para tu Iglesia. Es la solemnidad donde se exalta y glorifica la presencia de tu Cuerpo, tu Sangre y tu Divinidad en el Sacramento de la Eucaristía.

¡HOY ES CORPUS CHRISTI !

Tu Cuerpo, tu Sangre.... y tu Divinidad. ¿Qué te podemos decir, Señor? Tan solo caer de rodillas y decirte: - ¡Creo en ti, Señor, pero aumenta mi fe!

Tu lo sabes todo, mi Dios, mi Jesús, y sabías cuando te quedaste en el pan y vino, - aparentemente tan solo de pan y vino -, con el único deseo de ser nuestro alimento, que aunque no te corresponderíamos como tu Corazón desea, no te importó y ahí te quedaste para ser nuestro refugio, nuestra fuerza para nuestras penas y dolores, para ser consuelo, para ser el cirineo que nos ayuda a cargar con la cruz de nuestro diario vivir, a veces demasiado pesada y dolorosa, que nos puede hacer desfallecer sin tu no estás.... y también para bendecirte en los momentos de alegría, para buscar que participes en los momentos en que nuestro corazón está feliz.... ¡ahí estás Tu!...¡ Bendito y alabado seas!

Solo a un Dios locamente enamorado de sus criaturas se le podía ocurrir semejante ofrenda... por que no sabemos corresponder a ese amor, no, Jesús, no te acompañamos en la soledad de tus Sagrarios, no pensamos en tu gran amor .... somos indiferentes, egoístas, muchas veces solo nos acordamos de ti cuando te necesitamos porque las cosas no van, ni están, como nosotros queremos...

Señor... ¡haznos dóciles siempre a tu amor pero especialmente en este hermosísimo día de Corpus Christi!



¡Señor Jesucristo!

¡Gracias porque te nos diste de modo tan admirable, y porque te quedaste entre nosotros de manera tan amorosa!

Danos a todos una fe viva en el Sacramento del amor. Que la Misa dominical sea el centro de nuestra semana cristiana, la Comunión nos sacie el hambre que tenemos de ti, y el Sagrario se convierta en el remanso tranquilo donde nuestras almas encuentren la paz... 
(P. García)


martes, 17 de junio de 2014


Corpus Christi ... ¿Entiendes lo que ésto significa?
La Eucaristía es el sacramento por excelencia de la Iglesia, porque brotó del amor redentor de Jesucristo. 
Autor: P . Sergio A. Córdova | Fuente: Catholic.net


Hay, en Tierra Santa, un pueblecito llamado Tabga. Está situado junto a la ribera del lago Tiberíades, en el corazón de la Galilea. Y se halla a los pies del monte de las Bienaventuranzas. La Galilea es una región de una gran belleza natural, con sus verdes colinas, el lago de azul intenso y una fértil vegetación. Este rincón, que es como la puerta de entrada a Cafarnaúm, goza todo el año de un entorno exuberante. Es, precisamente en esta aldea, donde la tradición ubica el hecho histórico de la multiplicación de los panes realizada por Jesús.

Ya desde el siglo IV los cristianos construyeron aquí una iglesia y un santuario, y aun hoy en día se pueden contemplar diversos elementos de esa primera basílica y varios mosaicos que representan la multiplicación de los panes y de los peces.

Pero hay en la Escritura un dato interesante. Además de los relatos de la Pasión, éste es el único milagro que nos refieren unánimemente los cuatro evangelistas, y esto nos habla de la gran importancia que atribuyeron desde el inicio a este hecho. Más aún, Mateo y Marcos nos hablan incluso de dos multiplicaciones de los panes. Y los cuatro se esmeran en relatarnos los gestos empleados por Jesús en aquella ocasión: "Tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos -dio gracias, nos dice san Juan-, los partió y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente".

Seguramente, los apóstoles descubrieron en estos gestos un acto simbólico y litúrgico de profunda significación teológica. Esto no lo adviertieron, por supuesto, en esos momentos, sino a la luz de la Última Cena y de la experiencia post-pascual, cuando el Señor resucitado, apareciéndose a sus discípulos, vuelve a repetir esos gestos como memorial de su Pasión, de su muerte y resurrección. Y, por tanto, también como el sacramento supremo de nuestra redención y de la vida de la Iglesia.

Año tras año, el Papa Juan Pablo II escribió una carta pastoral dirigida a todos los sacerdotes del mundo con ocasión del Jueves Santo, día del sacerdocio y de la Eucaristía por antonomasia.

En la Encíclica Ecclesia de Eucharistia nos dice que "La Iglesia vive de la Eucaristía". Así iniciaba el Papa su meditación. "Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia". Y a continuación tratará de hacernos comprender, valorar y vivir esta afirmación inicial.

En efecto, la Eucaristía es el sacramento por excelencia de la Iglesia -y, por tanto, de cada uno de los bautizados- porque brotó del amor redentor de Jesucristo, la instituyó como sacramento y memorial de su Alianza con los hombres; alianza que es una auténtica redención, liberación de los pecados de cada uno de nosotros para darnos vida eterna, y que llevó a cabo con su santa Pasión y muerte en el Calvario. La sangre y el agua que brotaron del costado traspasado de Cristo sobre la cruz nos hablan de este mismo misterio.

El Sacrificio eucarístico es -recuerda el Papa, tomando las palabras del Vaticano II- "fuente y culmen de toda la vida cristiana". Cristo en persona es nuestra Pascua, convertido en Pan de Vida, que da la vida eterna a los hombres por medio del Espíritu Santo.

Juan Pablo II nos confiesó que, durante el Gran Jubileo del año 2000, tuvo la grandísima dicha de poder celebrar la Eucaristía en el Cenáculo de Jerusalén, en el mismísimo lugar donde la tradición nos dice que fue realizada por Jesucristo mismo la primera vez en la historia. Y varias veces trajó el Papa a la memoria este momento de gracia tan singular. El Papa sí valoró profundamente lo que es la Eucaristía. En el Cenáculo -nos recuerda el Santo Padre- "Cristo tomó en sus manos el pan, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros" (Eccl. de Euch., nn. 1-2).

Estos gestos y palabras consacratorias son las mismas que empleó Jesús durante su vida pública, en el milagro de la multiplicación de los panes. Si Cristo tiene un poder absoluto sobre el pan y su naturaleza, entonces también podía convertir el pan en su propio Cuerpo, y el vino en su Sangre.

Y decimos que la Eucaristía es el "memorial" de nuestra redención porque -con palabras del mismo Santo Padre- "el acontecimiento de la pasión y muerte del Señor. No sólo lo evoca, sino que lo hace sacramentalmente presente. Es el sacrificio de la Cruz que se perpetúa por los siglos". Esto, precisamente, significa la palabra "memorial". No es un simple recuerdo histórico, sino un recuerdo que se actualiza, se repite y se hace realmente presente en el momento mismo de su celebración.

Por eso -continuó el Papa- la Eucaristía es "el don por excelencia, porque es el don de sí mismo (de Jesucristo), de su persona en su santa humanidad y, además, de su obra de salvación.

Ésta no queda relegada al pasado, pues todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y padeció por los hombres participa de la eternidad divina y domina así todos los tiempos... Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de su Señor, se hace realmente presente este acontecimiento central de salvación y se realiza la obra de nuestra redención" (Eccl. de Euch., n. 11).

Ojalá, pues, que en esta fiesta del Corpus Christi que celebraremos, todos valoremos un poco más la grandeza y sublimidad de este augusto sacramento que nos ha dejado nuestro Señor Jesucristo, la Eucaristía, el maravilloso don de su Cuerpo y de su Sangre preciosa para nuestra redención: "Éste es mi Cuerpo. Ésta es mi Sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por muchos, para el perdón de los pecados. Haced esto en memoria mía".

Que a partir de hoy vivamos con una fe mucho más profunda e intensa, y con mayor conciencia, amor y veneración cada Eucaristía, cada Santa Misa: ¡Gracias mil, Señor, por este maravilloso regalo de tu amor hacia mí!

domingo, 15 de junio de 2014

Una maravilla jamás imaginada
El misterio de la Santísima Trinidad, más que para ser entendido, es para ser amado y vivido en nuestro interior. 
Autor: P . Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net

Se nos ha habituado a pensar que, al hablar de la Santísima Trinidad, hemos de concebir algo totalmente oscuro e ininteligible. ¡Por algo es un misterio! Más aún, es -por así decirlo- el misterio por antonomasia de nuestra fe, el "misterio de los misterios". Pero, en vez de plantear el tema en términos de raciocinio o de especulación teológica, yo prefiero mil veces más tratarlo desde un punto de vista mucho más "humano" y personal, si se me permite la expresión. No que la razón no lo sea. Pero yo creo que es mucho más palpitante, cercano y vivencial cuando lo contemplamos con el corazón y bajo el prisma del amor.

Y es que el misterio de la Santísima Trinidad, más que para ser especulado, es para ser amado y vivido en nuestra interioridad. Al menos, a mí me parece que así es mucho más sabroso y "digerible". La razón es, por lo general, más fría e impersonal. Mientras que el amor es todo lo contrario.

Pues bien, la Santísima Trinidad es un misterio de amor. Es más, es el misterio del "Amor de los amores" -como cantamos en un hermoso motete-. Dios, que "habita en una luz inaccesible" -como nos dice san Pablo en su carta a Timoteo (I Tim 6, 16)- se nos ha querido revelar por medio de su Palabra: Dios, en lo más profundo de su intimidad, es una comunión de personas divinas unidas por el amor. Más aún, son esas mismas personas que son el Amor personificado: el Padre, que es el amor creador; el Hijo, que es el amor redentor; el Espíritu Santo, que es el amor santificador. Pero, además, es un amor recíproco entre ellos mismos; un amor subsistente y personal. Un solo Dios verdadero y tres Personas distintas, cuya vida y existencia es puro Amor. Una relación de amor. Y el amor crea una comunión de personas. Como en el matrimonio y en la familia, pero en un grado infinito y divino. El amor es, por naturaleza, unidad y fecundidad. Esto es, en esencia, el misterio de la Santísima Trinidad.

Y, ¿cómo explicarlo? Es muy difícil encontrar las palabras justas. Más fácil lo podremos comprender a la luz de la propia experiencia del amor que con un discurso racional, aunque sea filosófica y teológicamente muy correcto. ¿Quién de nosotros no sabe lo que es el amor? Todos lo hemos experimentado muchas veces en nuestra propia vida: hemos sentido el calor y la ternura de una madre; la fuerza y seguridad que nos infunde el amor de un padre; el cariño de una hermana o de una amiga; el gozo de la compañía y de la fidelidad de un hermano o de un amigo verdadero; y la dulzura incomparable del amor de una esposa o de un esposo, de unos hijos.

Aristóteles definía la amistad como "una misma alma en dos cuerpos". Y el poeta latino Horacio llamaba a Virgilio, su gran amigo, "dimidium animae meae", "la mitad de mi alma". Grandes poetas, literatos, músicos y artistas de todos los tiempos han ofrecido su tributo a la amistad. Y han reservado sus mejores canciones y sus notas más líricas para cantar la belleza del amor humano. Sin duda alguna, éste es el tema que más ha inspirado a los hombres a lo largo de la historia, sea en el arte, en la poesía o en la propia vida. Decía Dante Alighieri que "es el amor el que mueve el sol, el cielo y las estrellas". Y el poeta Virgilio afirmaba: "amor vincit omnia", "el amor es capaz de vencer todos los obstáculos". Y tenían toda la razón.

Y es que el amor es lo más grande, lo más noble, lo más bello, lo más maravilloso; en una palabra, lo más sagrado del ser humano. Por eso, con el amor no se juega y éste se merece los mayores sacrificios con tal de conservar toda su pureza y su fragancia virginal.

San Juan nos dejó una estupenda definición de Dios: "Deus Charitas est", "¡Dios es Amor!" (I Jn 4, 8). No se expresó en conceptos racionales, sino en un vocabulario propio del corazón. También lo otro pudo haber sido muy correcto. Pero también, sin duda, más frío e impersonal.

Como aquellas definiciones que dio Aristóteles sobre Dios: "El motor Inmóvil", "el Acto puro", "la Inteligencia más perfecta". O incluso aquella definición teológica y metafísica de santo Tomás de Aquino: "el único Ser necesario, absoluto y trascendente", "el mismo Ser subsistente". Pues sí. Es verdad. Pero, ¿no nos gustan y nos dicen inmensamente más las palabras propias del amor?

Y llegados a este punto, sería interminable la lista de experiencias que todos tenemos sobre el amor... Como decía san Juan al final de su Evangelio, "ni todos los libros del mundo serían suficientes para poderlas contener". Y es que el amor no se puede explicar con conceptos o con raciocinios filosóficos. Se siente. Se experimenta. Así también es Dios.

Sí. Lo más maravilloso y sagrado del hombre es el amor. Y también lo más divino. Por eso, a Dios podemos encontrarlo en lo más profundo de nuestro ser, en lo más recóndito de nuestro espíritu. Dios allí habita. Los más altos pensadores de la humanidad así lo experimentaron. Séneca, aquel famoso filósofo romano de origen cordobés, aun sin ser cristiano, llegó a expresarse de esta manera: "sacer intra nos spiritus sedet, malorum bonorumque nostrorum observator et custos. In unoquoque virorum bonorum habitat deus". En nuestra lengua cervantina sonaría así: "un espíritu sagrado reside dentro de nosotros, y es el observador y el guardián de nuestros males y de nuestros bienes. En cada alma virtuosa habita Dios" (Epístolas morales, núm. 41).

San Pablo, por su parte, nos recuerda que "somos morada de la Santísima Trinidad, templos vivos de Dios y del Espíritu Santo" (I Cor 3, 16). Así fue como nos lo prometió nuestro Señor la noche de su despedida: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y en él haremos nuestra morada." (Jn 14, 23).

¡Éste es el núcleo más bello del misterio de la Santísima Trinidad! Y lo más maravilloso es que también nosotros hemos sido llamados a participar de esta vida íntima de Dios, que es amor. Y nos adentraremos en el seno de la Trinidad Santísima en la medida de nuestra vida de gracia y de nuestra caridad, que es el grado de amor sobrenatural en nuestra alma. 


Mensaje a los Apóstoles de la Inmaculada

Ejemplos del rezo de las Tres Avemarías. 
Ejemplo 9. 
Esperaba un sacerdote 
En un país situado detrás del “telón de acero”, en el que en los primeros meses del año 1968 se recrudeció la persecución antirreligiosa, uno de los Obispos allí radicados recibió una misiva comunicándole confidencialmente que se preparaba un atentado contra su vida, por lo cual debía huir sin pérdida de tiempo y ocultarse.
Obedeciendo la consigna recibida, el aludido señor Obispo salió de su residencia vestido de aldeano y huyó campo a traviesa, caminando durante todo un día, alcanzándole la noche divisando una amplia vega.
Aprovechando la oscuridad se aproximó a una casa que vio poco distante y pidió a sus habitantes le permitiesen descansar unas horas sentado en una silla.
Los ocupantes de la casa –un matrimonio con varios hijos pequeños– acogieron la petición de hospedaje del que consideraron labriego viajero, pero no sólo le ofrecieron silla, sino que le hicieron cenar con ellos y luego le acomodaron en una habitación con buena cama.
Durante la cena, como notase el huésped gran preocupación y visible tristeza en el matrimonio, no pudo silenciar su observación y preguntó el motivo de tal inquietud y congoja; informándosele entonces de que el anciano padre de uno de ellos no había podido sentarse a la mesa porque estaba enfermo de mucha gravedad desde hacía unos días, y aunque le insistían cariñosamente para que hiciera convenientemente preparación para la muerte, por si el momento de ésta sobreviniera, él les contestaba que todavía no iba a morirse, y, por tanto, no se preparaba...
Hubo unos breves comentarios del caso, pero ninguno se atrevió a hacer mención del aspecto religioso del asunto.
Retirados a descansar todos y transcurrida la noche, se dispuso el visitante y huésped a proseguir su camino; y al despedirse y dar gracias a quienes con tanta amabilidad le habían tratado, preguntó si le permitían saludar al viejecito enfermo para comprobar el estado actual de su dolencia, a lo que, gustosamente, se accedió y lo acompañaron.
Una vez el labriego junto al anciano, y luego de una corta conversación afectuosa, éste último, adoptando un gesto y tono decidido, dijo: “Mire usted, yo sé que estoy muy malo y que ya no me restableceré; pero, también sé que por ahora no moriré”.
Al oírle hablar tan seguro, todos sonrieron al enfermo. Y ante aquellas sonrisas añadió éste: “Se ríen porque he dicho que tengo la seguridad de que no voy a morir por ahora... Pues bien; lo repito. ¿Y sabe usted por qué?... Mire, yo no sé quién es usted, ni cómo piensa, pero como en la situación en que estoy ya no temo a nadie, le voy a decir la verdad: Mi seguridad se apoya en que soy católico; los años se persecución religiosa no me han quitado la fe; y todos los días he rezado, y rezo, las tres Avemarías, pidiéndole a la Virgen María que a la hora de la muerte esté asistido por un sacerdote que prepare mi alma para el tránsito, y usted comprenderá que habiéndole rogado tantas veces a la Santísima Virgen eso, la Virgen no  consentirá que yo muera sin un sacerdote a mi lado; y como no lo tengo, por eso estoy tan seguro de que por ahora no me muero.”
Emocionado el labriego por aquella declaración del ancianito, le tomó la mano y le dijo: “Esa gran fe que ha conservado, y esa súplica diaria a la Madre de Dios rezándole las tres Avemarías, han atraído el favor del Cielo y ha sido la Providencia la que me dirigió hasta aquí... No es un sacerdote lo que la Virgen le manda, sino a su Obispo de usted... Porque yo soy el Obispo de esta Diócesis, que va hacia el exilio.”
La impresión, y al propio tiempo el gozo, del anciano y sus hijos fue enorme. Tan grande, que no sabían cómo expresar su asombro y su reverencia...
Seguidamente, el señor Obispo ofició la Santa Misa en la habitación del enfermo, y les dio a todos la comunión; dejando al viejecito espiritualmente dispuesto para emprender su postrer viaje con término en el Cielo...
Viaje que tuvo lugar dos días después de aquella Misa excepcional. 
(Comunicación de la doctora doña Josefina Conde Picavea, de 1º de junio de 1968.)
¡Ave María Purísima!
¡Sin pecado concebida!

sábado, 14 de junio de 2014

Spei Mater: la red de pastoral provida y ayuda a las madres en apuros en las parroquias españolas

13 de jun de 2014
"Lo más valioso del Proyecto Ángel es tener a alguien que te escuche", confiesa Magaly Imaicela, otra de las mamás del Proyecto.
Spei Mater: la red de pastoral provida y ayuda a las madres en apuros en las parroquias españolas
Cuando Ana María se quedó embarazada, todo su entorno le pidió que abortara. El niño venía con problemas y ella también los tenía.

“Me quedé tan sola que entré desesperada en una iglesia, porque al día siguiente tenía la cita para abortar. Y qué “casualidad” que justo ese día el sacerdote hizo una bendición por las madres gestantes; entonces sentí que mi hijo, de apenas dos meses, se movía y que Dios me iba a ayudar”.
Y así fue: Juan nació sano.
Hoy Ana M.ª dedica parte de su tiempo al acompañamiento de embarazadas. Es uno de los "ángeles" que Spei Mater (www.speimater.com) pone a disposición de las madres en apuros que acuden a las parroquias buscando ayuda.
Pero, así como muchas mujeres deciden seguir adelante con la gestación, otras optan por el no.
Entonces entra en juego otro de los pilares de la asociación: el Proyecto Raquel, cuyo objetivo es curar las secuelas de un aborto.
Proyecto Raquel: después del aborto 
Todo empieza con una llamada al teléfono del Proyecto Raquel. Al 618 300 383responde Mayte Acero, quien garantiza una confidencialidad casi sacerdotal.

Llaman mujeres que están a punto de abortar, amigas que han aconsejado a otras y hombres que no pueden vivir con la pérdida de un hijo que, o bien ellos forzaron a abortar, o bien no nació porque les dejaron fuera de la decisión (en los últimos meses, las llamadas de hombres han pasado de representar un 10 a un 25% de los de casos que atiende Spei Mater).
Una vez hecha la llamada, hay que derivar a esa persona a un consejero y “debe hacerse muy rápido para que sienta que ha encontrado por fin un brazo al que agarrarse”, señala Mayte Acero.
A partir de ese momento comienza en el Centro de Orientación Familiar (COF) que le corresponda, el proceso de sanación del síndrome post aborto (SPA).
Josefina Sisniega, coordinadora del Proyecto Raquel, hace hincapié en que las heridas que deja un aborto, son sobre todo, espirituales.
“Muchas mujeres creen que sus hijos no las van a perdonar, y ante este sentimiento crean un mecanismo de defensa, pero, con el tiempo, la herida supura. Aquí vienen jóvenes y señoras de hasta 80 años; mujeres que se han sometido a uno, dos, tres, incluso cuatro abortos, por eso, el tiempo de cura del SPA varía de unas a otras”, apunta Sisniega.
Con todo, la media del proceso sanador dura unas 15 semanas.
Para sanarse, poner nombre al bebé
Pasar de “eso que ocurrió” a personalizar a un bebé con un sexo y un nombre es el primer paso para la sanación.

“Se enfrentan a la verdad –afirma Mansilla–, y se dan cuenta de que mentía quien les dijo que ‘no pasaba nada’. Por eso, sienten mucha ira. Además, se sienten víctimas de una sociedad que las incitó a abortar y una vez sanadas, desaparecen sus problemas depresivos, de alimentación y sueños”, concluye.
“En este proceso –añade Sisniega– entran en juego no solo consejeros, sino que Proyecto Raquel es una red que incluye psicólogos y sacerdotes, estos últimos encargados de que la persona sienta el perdón de Dios y se perdone a sí misma. Afirma Mayte Acero que en este proceso “tranquiliza a muchas mujeres saber que su hijo está ubicado, aunque sea en un Cielo en el que no creen; saben que está ahí y en la fase de duelo se celebra una misa funeral”.
No estás sola: el ángel y el facilitador
Nochebuena de 2013. Una mujer violada por un compañero de trabajo del que queda embarazada tiene cita en un abortorio.

Una amiga de la chica se pone en contacto con la asociación y rápidamente el equipo de Spei Mater localiza a una rescatadora para que la ayude a replantearse su decisión. Finalmente, la joven decidió seguir adelante con la gestación.
Acudir al “rescate” es el primer paso que dar en Proyecto Ángel, el otro pilar de Spei Mater. Su objetivo es acompañar a mujeres que han decidido no abortar o tienen un embarazo difícil.
De hecho, la mayoría de las chicas llegan con la decisión de continuar, pero su entorno no las entiende o tienen dificultades económicas o de salud para las que necesitan ayuda.
Ahí aparecen el facilitador y el ángel.
El primero ayuda a la madre a resolver problemas económicos, de vivienda o empleo; y el ángel (siempre es una mujer) acompaña a la madre como lo haría una amiga o hermana.
“Su función pasa por acompañarla al médico o de compras, pero lo más importante es que la escuche", cuenta la coordinadora de Proyecto Ángel, Gloria Díaz Piattoni.

"Muchas de estas mujeres no tienen ni el apoyo de sus familias; al contrario, no es la primera adolescente valiente que nos llega huyendo de unos padres que la quieren obligar a abortar”.
Durante este tiempo que viven juntas, el ángel tiene la misión además de acompañarla espiritualmente o proponerle por primera vez la fe, pues, como asegura Gloria Díaz, “el embarazo es un momento muy bueno para el encuentro con Dios”.
Efettá: apoyo parroquial
La labor que lleva a cabo Spei Mater no sería posible sin la pastoral provida de las parroquias. Este es el objetivo de Efettá: crear grupos en las parroquias que recen por la vida, se formen y capaciten para acoger a mujeres embarazadas con necesidades o personas que han sufrido el SPA y necesitan sentirse integradas en una parroquia, porque, además de la sanación y el anuncio de la fe, Acero asegura que es muy importante la vivencia en comunidad para que, si vuelven los demonios del pasado, sean capaces de decirles que no.

Así funciona una parroquia con Spei Mater
Con 40 años y tres hijos, –la pequeña de 14 años– Liliam Sinche tenía descartado la posibilidad de un nuevo embarazo.

No solo por la edad, sino por las circunstancias económicas: su marido estaba en paro y ella, embarazada, corría el riesgo de perder su puesto de cocinera en un restaurante.
Sin embargo, “en cuanto supe que esperaba un bebé, corrí derechita a la iglesia; allí lloré y lloré... y sentí una gran calma. Este niño iba a salir adelante como fuera”.
Y, efectivamente, no perdió el trabajo, pero Liliam reconoce que ningún compañero la apoyó, es más, “me encerraba en el baño a llorar y a algunos solo les faltaba ponerme el pie para que me cayera”.
Sin embargo, contaba con el respaldo de la parroquia de San Ramón Nonato, en Madrid, a la que llegó buscando consuelo. Allí Liliam conoció el Proyecto Ángel y, con él, a otras madres en su situación; a Susana, responsable del Proyecto Ángel, quien se encarga de facilitar a las mamás –también después de dar a luz–, ayuda económica, pañales, alimentos o ropita para el bebé.
"Lo más valioso del Proyecto Ángel es tener a alguien que te escuche", confiesa Magaly Imaicela, otra de las mamás del Proyecto.
“En mi caso, yo ya había sufrido mucho con mi primer hijo y, además, mi pareja había estado detenido... él no quería que siguiera adelante con el bebé”. Fue entonces cuando, superada por la situación, empezó a asistir diariamente a San Ramón.
“Me sentí muy sola, yo no quería abortar, pero mi novio me insistía. Hasta que un día ya pedí la cita en la clínica. Según estaba yendo a la clínica, me llamó mi pareja para decirme que no lo hiciera. Días después me contó que había soñado con nuestra hija diciéndole “¡Papá, déjame vivir!”.
Si quieres que tu parroquia trabaje por la vida o eres una madre en apuros en España contacta con Spei Mater a través del 91 364 09 40 o dewww.speimater.com

viernes, 13 de junio de 2014

La hora de la prueba
El dolor se ve claro cuando lo vemos en otros, pero incomprensible cuando se adentra en nuestra vida. 
Autor: P. Cristóforo Fernández | Fuente: Catholic.net

El avión que nos transporta por el cielo, la nave que nos lleva por el mar, el coche en la carretera, alguna vez, atraviesa por en medio de la borrasca. Nadie se extraña.

También en el camino del alma. "Muchas son las olas, el pavoroso huracán arrecia". (San Juan Crisóstomo) Quizás también en nuestra mente están previstas estas contradicciones, pero, cuando llegan, nos encuentran impreparados. Nos sorprenden.

¡Misterio el dolor humano! Claro cuando lo vemos en otros, ciertamente incomprensibles cuando se adentra por nuestros pasillos.....

¿Qué haré en la hora de la prueba" ¿Cómo resolver mi incertidumbre? ¿Cómo hacer luz en la oscuridad y paz en la terrible angustia? ¿Cómo abrazarme a la doliente "voluntad de Dios" y "ofrecerme"?

El momento del dolor es una experiencia cumbre en la vida del hombre. Sus efectos le revelan lo más profundo de sí mismo, el alma parece poder tocarse con la mano; allí aparece más desgarradora que nunca la soledad fundamental de la persona, la sensación de su completa impotencia ante las cosas.

Es imposible enumerar todas las futuras experiencias dolorosas de la vida, porque imposible es enumerar sus posibles tragedias. Pero sea grande o sea pequeña en sí misma la cruz que nos toca llevar, es cierto, siempre, que en cada caso hiere terriblemente las espaldas.

Cuando alguien me lo ha preguntado, le he respondido fácilmente. Le he dicho: "¡Ten confianza en Dios!"Ahora que a mí me sucede: ¡qué poco me dice esto!

Sin embargo, eso es exactamente lo que necesito: echar a andar los recursos de mi fe cristiana."Efectivamente, el dolor y la muerte pesan sobre el espíritu humano y son un enigma para aquellos que no creen en Dios. Pero en la fe nosotros sabemos que serán superados, que han sido vencidos en la muerte y resurrección de Jesucristo nuestro Redentor". (Juan Pablo II, Paquistán)

Y si recurro al Evangelio, seguiré encontrando respuestas de fe: "El Padre poda la rama vigorosa para que dé aún más fruto" (Jn 15, 2-3); "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo, pero si muere, da mucho fruto" (Jn 12, 24), etc. Él me hará ver cómo Cristo camina la senda dolorosa del Calvario como necesario tránsito hacia la gloria de la resurrección. "En el plano divino todo dolor es dolor de parto; él contribuye al nacimiento de una nueva humanidad" (Juan Pablo II, abril de 1983). Por todo ello, comprenderé que no nos es dado poseer un don más grande que el dolor, la cruz y la humillación.... pero ahora, en medio de mi tragedia, todo esto me sabe a muy poco, apenas me mueve. ¿Por qué será así?

Mi fe no me arrastra a la esperanza, porque es una débil fe. No es como la de Job, que dice clamando: ¡"Yo sé que mi Señor vive"! (Job 19, 25)....... "Yo sé" es una convicción, no un sentimiento. Es una certeza, no una idea.

"Yo sé" dice San Pablo, al final de su carrera, mientras yace en la cárcel. "Yo sé a quién me he confiado y estoy seguro de que puede guardar mi depósito para aquél día" (2 Tim 1, 12).

"Yo sé" es mucho más que saber, es un haber vivido la experiencia, y haberla profundizado.

Y aquí, en la experiencia dela fe y de las certezas que ello comunica, cada uno de nosotros es diferente; Dios es totalmente una historia personal, y por eso mismo ante las pruebas reaccionamos con diversas reflexiones o motivaciones adecuadas a nuestras propias circunstancias. La verdad es que la fe es tan rica como Dios mismo y tiene para cada uno el resplandor adecuado: toda persona, toda situación humana es iluminada espléndidamente por ella.

En este caso, ha bastado este reflejo: "Sé que me has elegido" para que el panorama todo quede interpretado, quede construido en la paz.

La sensación de mi impotencia radical ha encontrado una respuesta en la fe: admito que no soy nada y que soy débil, pero sólo cuando me falta Dios. ¡Pero "con Él" lo puedo TODO!, porque consigo hacer mía la potencia misma de Dios: lo he vivido anteriormente, en otras ocasiones, ¡y hoy no debo olvidarlo!, sino actualizarlo.

La fe de que Él está conmigo, de que Él no nos ha abandonado - "He aquí que yo estoy con vosotros hasta el final de los tiempos" (Mt 28, 20)- va haciendo renacer las fuerzas, las energías morales del espíritu. "Sé, Señor, que habiéndome elegido" significa que voy aprendiendo a ver lo que me sucede como "un algo elegido" por Dios, y no obra de la casualidad y la fatalidad; como algo salido de sus manos por elección precisa y clara. Y si viene de las manos de Dios ¿por qué me angustio? "Habiéndome elegido - Tú serás siempre mi fortaleza" indica que, si Él elige, el se compromete con el elegido; no le cargará la cruz y se irá, sino que compartirá el peso y dará Su fuerza.

Respuestas de fe ...... para todas las medidas .... Pero hoy, además, algo muy importante, algo común a cada caso: lo importante no es conocer, sino saber: ¡Creer como si se tuviera una evidencia! Y entonces sí se está preparado para el "ofrecimiento".

VISITAS