viernes, 20 de junio de 2014

El buen uso de las riquezas

El 4 de Junio de 1887 (apenas unos meses antes de la muerte del Santo), Don Bosco narró:

“He visto a Nuestra Señora la Virgen María en un Sueño y me ha reprochado mi silencio acerca del buen uso que se debe hacer de las riquezas. Entre otras cosas me dijo: que muchas almas se condenan por faltar contra el sexto y el noveno mandamiento, pero que hay también muchas que se pierden por haber hecho mal uso de las riquezas. Y se quejaba Ella de que los sacerdotes no se atrevan a hablar de este argumento desde la cátedra sagrada”. (MB 13,361).

Don Bosco había hablado mucho y muy fuertemente acerca de la gran responsabilidad de quien no le da un fin social a sus riquezas.

Claramente había dicho a los ricos en sus conferencias:

“Si ahora no dais voluntariamente parte de vuestras riquezas a los necesitados, un día las tendréis que dar obligados por el puñal que os pondrán enfrente. Dad, dad mucho, antes de que los pobres lleguen al límite de su capacidad de aguante y os vengan a exigir con violencia lo que deberíais haber repartido de buena gana”.

Y él deseaba escribir un libro acerca de la gran responsabilidad que tiene cada uno de hacer de sus riquezas algo que redunde en bien de todos. Pero muchos le decían que él era muy exagerado a este respecto, y que no convenía hablar de estos temas. Así que no se atrevió a escribir su deseado libro.

Después de este Sueño llamó al Padre Francesia y le pidió que escribiera una obra acerca de este tema tan importante. Poco después apareció un libro de dicho sacerdote, bajo el título de “Al Paraíso por medio de las riquezas”.

Don Bosco siempre creyó en la frase de Jesús:
“Dad limosna según vuestras posibilidades y todo será puro para vosotros” (Lucas 11, 41)

No hay comentarios:

VISITAS